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Todo comenzó en 2021, cuando la nueva directiva de una escuela para niños con necesidades educativas especiales, ubicada en el este de Londres, descubrió una caja sellada con 44 tarjetas de memoria con imágenes de cámaras de seguridad del interior de tres habitaciones.

Esas imágenes revelaban cómo el personal había golpeado, pateado y dejado abandonados en su propia orina a los menores, según descubrió la BBC.

A pesar de que la escuela, ubicada en el barrio de Walthamstow,comprobó que se producían estos abusos en las llamadas «salas de la calma», parte del personal continúa trabajando allí y no se les ha prohibido cuidar de los niños.

Los padres de los alumnos afirman que no les han permitido ver las imágenes y que fueron engañados sobre el uso del aislamiento de menores en estas salas.

La escuela Whitefield señaló que había actuado en el mejor interés de los alumnos y que no estaba obligada a hacer una recomendación para que estos empleados no puedan trabajar con niños.

Esta una de las escuelas para menores con necesidades especiales más grandes de Reino Unido, con alrededor de 370 alumnos.

La BBC reveló que la Policía Metropolitana de Londres y las autoridades locales habían iniciado una investigación conjunta sobre «abuso organizado» por parte del personal entre 2014 y 2017, año en que se cerraron las salas.

Ahora, la BBC tuvo acceso a investigaciones confidenciales realizadas por una consultora de recursos humanos que la escuela contrató para evaluar las grabaciones de video y el comportamiento del personal.

Estas revelan abusos y negligencias atroces que afectan a 39 alumnos, muchos de los cuales no pueden hablar.

Muestran que seis miembros del personal habían abusado de niños, pero no fueron despedidos, y se recomendó al menos una derivación al Servicio de Divulgación y Prohibición (DBS) -un organismo público que le permite a las organizaciones públicas o privadas tomar decisiones de contratación más seguras identificando candidatos que puedan no ser aptos para determinados trabajos, especialmente los que involucran a niños o adultos vulnerables- pero esta no se hizo.

A partir de informes escolares y municipales filtrados, solicitudes de información y entrevistas con empleados actuales y anteriores, nuestra investigación puede revelar que:

  • Los alumnos fueron dejados solos en las habitaciones hasta cuatro horas, y las imágenes los mostraban desnudos, sentados en orina y comiendo migas del suelo.
  • Los niños fueron «vapuleados», pateados y golpeados con fuerza «sin justificación obvia» y se usaron almohadillas utilizadas a menudo en el entrenamiento de rugby para empujar a los alumnos hacia el interior de las salas.
  • La consultora de recursos humanos identificó más de 20 clips de video que muestran el uso de fuerza excesiva y registros de notas policiales que describían posibles agresiones pero, a pesar de ello, la Fiscalía de la Corona no recomendó procesamientos.
  • Un informante que trabajaba en la escuela describe lo que vio en las cámaras de seguridad como «tortura» y dice que las habitaciones eran peores que una celda.

Un informante contactó con la BBC porque creía que las investigaciones de la escuela eran para “encubrir” lo ocurrido. «Acabas con un personal sin sanciones en su contra, sin aprendizaje ni concientización, sin una revisión seria del caso para ver qué salió mal», dice

La Comisaria para la Infancia de Inglaterra dice que los hallazgos de la BBC son «horrorosos» y que las normas sobre reclusión deberían endurecerse.

«No hay lugar para ese tipo de comportamiento y es necesario ponerle fin», señaló Rachel de Souza.

Una caja sellada con 44 tarjetas de memoria con imágenes del interior de tres de las habitaciones fue hallada en 2021.

«Es tortura»

La BBC conversó con 9 de las 39 familias afectadas que dicen que todavía se les niega una respuesta. También hemos visto pruebas de que la policía ha brindado información engañosa a una familia.

Muchas escuelas especiales utilizan espacios fuera de las aulas para abordar necesidades sensoriales o comportamientos agresivos. Pero los niños estaban encerrados solos en las “salas de la calma” de Whitefield, que estaban vacías y sin luz natural. Una de ellas era un antiguo armario de artículos de librería.

«Mi hijo estaba en estado de pánico, lloraba y se hacía daño, les rogaba agua y comida y ellos simplemente lo ignoraban; es una tortura», dijo uno de los padres.

Las directrices del gobierno establecen que el aislamiento sólo debe utilizarse durante un período de tiempo «apropiado», pero De Souza cree que estas reglas fueron llevadas ”al extremo» en Whitefield.

Uno de los que estuvieron en estas habitaciones fue David Gloria, ahora de 20 años, quien fue diagnosticado de autismo, trastorno por déficit de atención con hiperactividad y trastorno obsesivo compulsivo.

A pesar de los registros escolares que muestran donde lo llevaron, no aparece en ninguna de las 500 horas de video entregadas a la policía, lo que pone de relieve la magnitud del aislamiento en la escuela.

Su padre, Ricardo, dice que preguntó sobre el uso de estas salas cuando comenzaron a dejar a David en ellas y le dijeron erróneamente que el personal siempre permanecía allí con los alumnos.

David pronto empezó a regresar a la casa angustiado, lo que hizo que su padre comenzara a sospechar. Entonces Ricardo exigió ver las habitaciones y los registros de las veces que su hijo estuvo allí.

La BBC ha visto un informe de observación que mencionaba que estuvo allí durante tres horas.

En este informe David aparece claramente molesto, llorando en 38 ocasiones distintas durante este período de tiempo y pidiendo irse en todo momento. También se lo observa decir que está «confundido» y «no entiende» por qué está allí.

Se registran autolesiones importantes: el niño se golpea la cabeza, se golpea el estómago y se arroja contra la pared. Después de dos horas, se observa a David orinando dos veces, pero no se le permite salir.

Después de aproximadamente tres horas, un miembro del personal registra que lo llevarán a su salón de clases para «recuperarse».

Su padre Ricardo, que es policía, visitó la habitación y dijo que era peor que una celda de prisión. Vio una cámara de circuito cerrado de televisión en el interior y exigió al personal que le mostrara uno de los videos.

Ricardo dice que las imágenes lo impactaron. Cuenta que el video comienza cuando David fue «asaltado» por el personal que le puso una rodilla en la espalda y lo empujó adentro, un uso de la fuerza que no está registrada en la observación escrita. Luego fue abandonado.

«Mi hijo estaba en estado de pánico, lloraba y se hacía daño, les rogaba agua y comida y ellos simplemente lo ignoraban; es una tortura», señaló Ricardo.

«Pensé que lo estaban dejando en una habitación con luces bonitas»

El niño que aparece en más imágenes que cualquier otro (más de 55 horas) es Ashley. Él tenía 12 años en ese momento.

Su familia dice que el tiempo que pasó en las salas de calma lo llevó a ser internado en 2020; su comportamiento –que fue empeorando- incluyó que recientemente saltara de un automóvil en marcha.

Ashley tiene ahora 22 años. Su madre dice que su ansiedad ha aumentado tanto que se frota la cabeza contra el suelo con tanta agresividad que le salen grandes llagas por las quemaduras de la alfombra.

Sophie dice que la experiencia de su hijo Ashley en Whitefield la afectó profundamente.

«Es increíble que puedas mantener a un ser humano en una habitación del tamaño de un armario y esperar que esté bien», dice Sophie. «Pensé que lo estaban dejando en una habitación sensorial con almohadas y bonitas luces de colores».

Los documentos filtrados describen a un miembro del personal inmovilizando a Ashley contra la pared de una habitación y golpeándolo con tal fuerza que su cuerpo sufre una «sacudida» antes tambalearse.

La consultora externa concluyó que el incidente constituía abuso físico comprobado y dijo que el maestro no había mostrado ningún remordimiento ni preocupación por el bienestar de Ashley cuando lo entrevistaron, lo que sugiere una «posible ausencia de aprendizaje».

Concluyó también que el maestro debería ser tratado según la política disciplinaria de la escuela y debería ser remitido al DBS (Servicio de Divulgación y Prohibición).

Pero la BBC obtuvo información de que esto no se hizo y el prfesor continúa enseñando en la escuela, una decisión que la consultora en educación Elizabeth Swan describe como «incomprensible».

Este miembro del personal que pareció golpear a Ashley tampoco fue procesado, a pesar de haber sido entrevistado por la policía en relación con más de 40 videoclips preocupantes.

El mismo maestro también aparece fugazmente en las imágenes visitando a un niño dentro de una de las habitaciones después de que el alumno orinara y se limpiara la cara, según los documentos.

Más tarde, el niño parece recoger migas del suelo y finalmente lo visten, sin que lo limpien antes, unos 90 minutos después de llegar. En otra ocasión, dejan a un niño que no habla sentado sobre su orina.

Abuso «aborrecible»

Otra madre, Halima, dice que la escuela sólo le dijo que su hijo Abdulahi, que no hablaba, había sido llevado a estas habitaciones en dos ocasiones, pero aparece en 11 videos entregados a la policía.

Por otra parte, la Policía Metropolitana informó a la familia sobre un único incidente «aislado». Pero la BBC se enteró de otra ocasión en la que lo empujaron repetidamente, en lo que los registros de notas policiales describieron como una «posible agresión», y luego lo dejaron solo caminando de rodillas y llorando.

Amina dice que su hermano Abdulahi sufrió frecuentes «crisis» inexplicables y se autolesionaba regularmente después de ser llevado a las habitaciones.

Los hallazgos de la BBC ponen en evidencia cómo los niños tienen más derechos en instituciones para jóvenes delincuentes que en el aislamiento escolar, dice la experta en protección Elizabeth Swan. Ella dice que, de hecho, se había habilitado en Whitefield un régimen de custodia juvenil sin escrutinio externo.

Rachel de Souza cree que la gravedad de estas fallas significa que se debe considerar una derivación a la junta nacional de protección que revisa los casos.

Ella dice que el personal que se haya demostrado que ha abusado de niños debería ser despedido y que las derivaciones al DBS deberían haberse hecho cuando se les advirtió.

Flourish Learning Trust, la fundación que administra la escuela, le dijo a la BBC que un nuevo equipo de liderazgo asumió el control después de que se cerraran las salas de la calma, que compartieron las imágenes con la policía y aprendieron de las errores.

Señaló que algunos miembros del personal habían dimitido desde que se completaron las investigaciones, pero tres que regresaron recibieron un extrenso entrenamiento.

La fundación afirmó que cumplía con la legislación laboral y que la autoridad local, Waltham Forest, estaba satisfecha con su conducta.

Por otra parte, la fundación despidió a un miembro del personal. Pero agregó que no estaba legalmente obligada a hacer derivaciones al DBS de los seis miembros del personal que no fueron despedidos, a pesar de que los hallazgos de su investigación demostraron que abusaron de los alumnos.

La escuela dice que esto se debe a que no fueron retirados de sus funciones, sino que más bien fueron suspendidos.

Las recomendaciones del gobierno dicen que la suspensión califica como la remoción de un miembro del personal de un puesto. El DBS también nos dijo que la obligación de derivar al personal no se ve alterada por una decisión de suspenderlo.

Cuando le preguntamos a la autoridad local por qué no había hecho las remisiones ella misma, dada la gravedad del abuso demostrado por la consultora, dijo que actuó de acuerdo con los requisitos.

La BBC también se enteró de que el uso del aislamiento varía ampliamente en Inglaterra. Las solicitudes de información recibidas de 375 escuelas especiales revelaron que 50 centros aíslan a los alumnos en las aulas en ocasiones, monitoreándolos por lo general a través de puertas o ventanas, o mediante cámaras. Algunos alumnos pueden ser encerrados en las habitaciones.

Un portavoz del gobierno describió el abuso en la escuela Whitefield como «aborrecible» y señaló que las recomendaciones sobre el aislamiento aportaban claridad sobre la diferencia entre uso punitivo y no punitivo.

Los padres han solicitado repetidamente imágenes de sus hijos dentro de las habitaciones a la policía y a los investigadores de las autoridades locales

Dicen que la Policía Metropolitana bloqueó la publicación de las imágenes y les dijo que eran demasiado angustiantes o que eso violaría la ley de privacidad.

La policía añadió que no puede hacer comentarios mientras continúan las investigaciones sobre el personal que no pertenece a Whitefield, que según se entiende están vinculadas con otros profesionales que pueden haber tenido conocimiento de las preocupaciones en torno a la escuela.

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