La Fundación Alternativas ha advertido que la creciente actividad del crimen organizado en la frontera colombo-venezolana y el incremento de la violencia en Ecuador están teniendo un impacto significativo en la seguridad de la región. La organización señala que estas situaciones generan un ambiente de inestabilidad que afecta tanto a los habitantes locales como a la cooperación internacional en materia de seguridad.
FUENTE EFE
El crimen organizado, el avance del narcotráfico y la violencia endémica no solo erosionan “la confianza en el Estado y las instituciones”, sino que son “causa y consecuencia” de las graves crisis de inseguridad en América Latina.
Esta es la principal conclusión del más reciente informe de la Fundación Alternativas de España, que evalúa la seguridad ciudadana en la región a partir de diversos temas como la ciberdelincuencia, la economía política del narcotráfico y las transformaciones del aparato policial. El informe, titulado ‘Informe Iberoamérica 2024’, se presentó este jueves en Madrid.
El estudio, que incluye casos específicos como Ecuador y la frontera entre Colombia y Venezuela, concluye que la “corrupción e ineficacia” en la administración de justicia crean un “círculo vicioso” que debilita “las bases de la democracia y del contrato social”.
“El narcotráfico es el pilar fundamental que ha impulsado el crimen organizado en Iberoamérica, pero el problema va más allá”, afirmó Érika Rodríguez, coordinadora del estudio, durante la presentación del informe. “El crimen organizado en la región es altamente depredador del sistema social; no solo se dedica al gran delito internacional, sino que también se nutre económicamente de las comunidades donde opera”, explicó Rodríguez, citando a las maras salvadoreñas como ejemplo, aunque advirtió que “no son las únicas”.
La presentación también contó con un mensaje grabado de la expresidenta de Chile, Michele Bachelet, quien afirmó que “nuestras democracias enfrentan hoy una erosión silenciosa pero constante”. A pesar de esto, Bachelet defendió que la democracia sigue siendo el mejor sistema político, ya que “promueve la inclusión y atiende a las necesidades de todas y todos, especialmente de los más vulnerables”.
Según el Latinobarómetro de 2023, solo un 48 % de los latinoamericanos apoya la democracia en la región, una cifra quince puntos inferior a la registrada en 2010. Por el contrario, el apoyo a un gobierno autoritario ha aumentado en todos los países salvo en Panamá, según la misma fuente.
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