Médicos Sin Fronteras (MSF) y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) denunciaron este lunes el bombardeo israelí en Rafah, al sur de Gaza, que dejó alrededor de 50 muertos. Ambas organizaciones calificaron la noche como «sangrienta» y «aterradora».
Martina Marchio, coordinadora médica de MSF en Gaza, declaró en un comunicado: «Ha habido ataques contra un campo de civiles en el área de Tal al Sultan, donde MSF cuenta con un centro de estabilización de heridos». Marchio agregó que, debido a los «múltiples bombardeos» en Rafah, su equipo recibió 128 heridos, de los cuales 28 llegaron sin vida.
«Estamos horrorizados por estos acontecimientos recientes que demuestran, una vez más, que no hay lugar seguro en Gaza», afirmó Marchio, reiterando el llamado a un alto el fuego «inmediato y permanente».
UNRWA, a través de la red social X, expresó que los ataques contra «familias en busca de refugio» son «aterradores» y señaló que no pueden contactar a sus trabajadores en el terreno para confirmar su seguridad.
La agencia compartió: «Gaza es el infierno en la tierra. Las imágenes de la pasada noche son otra prueba de ello».
El bombardeo tuvo lugar en un campamento de desplazados cerca de un almacén de UNRWA en el barrio de Tal al Sultan, al noroeste de Gaza. Esta área había sido considerada una «zona segura», ya que el Ejército israelí no había ordenado su evacuación en el marco de la operación militar en la ciudad, activa desde el 6 de mayo. Sin embargo, el ejército sí había llamado a evacuar áreas del este y centro de Rafah.
Desde el inicio de la ofensiva en esta localidad del sur de la Franja, casi un millón de personas han huido de la violencia, la mayoría refugiándose en las playas de Al Mawasi, en condiciones precarias y sin acceso a servicios básicos.
Tras el ataque en Rafah, el Ejército israelí continuó sus operaciones en el norte de la Franja, bombardeando al oeste de la ciudad de Gaza, donde murieron cuatro personas según la agencia de noticias palestina Wafa. Además, las fuerzas armadas atacaron esta mañana el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja, resultando en tres muertos y varios heridos, según Wafa.
En este ataque, el Ejército también golpeó las cercanías de un refugio de la UNRWA para desplazados en Deir al Balah, también en el centro de la Franja.
Desde el 7 de octubre, unas 36.000 personas han muerto por fuego israelí en Gaza y más de 80.000 han resultado heridas, según el Ministerio de Sanidad del enclave. La institución advierte diariamente que unos 10.000 cuerpos continúan bajo los escombros sin que las ambulancias o equipos de rescate puedan acceder a ellos.
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