Los agujeros negros son algo realmente sorprendente. Hace relativamente poco tuvimos la oportunidad de disfrutar de la primera fotografía de uno de ellos e incluso llegó a ser editada por una IA para hacerlo más sencillo de ver. Sin embargo, aunque todavía nos resultan enigmáticos cada vez sabemos más sobre su naturaleza, manera de funcionar y orígenes, lo que nos ha llevado a elaborar increíbles teorías sobre el funcionamiento y futuro de los mismos.
Ahora parece que pueden ser el futuro del almacenamiento y la creación de energía eficiente. Aunque se trata de una idea más o menos sorprendente y difícil de entender, lo cierto es que tiene todo el sentido. Aunque tiene una serie de problemas en su planteamiento que hacen que sea bastante difícil de ejecutar, al menos con las técnicas con las que contamos actualmente.
Los agujeros negros para almacenar y generar energía
Un estudio publicado en Science Direct por Espen Gaarder Haug de la Universidad de Noruega para las Ciencias de la Vida y de Gianfranco Spavieri de la Universidad de los Andes, Venezuela ha servido para teorizar sobre futuras aplicaciones para los agujeros negros. Esto surge por la increíble necesidad de lograr energía eficiente y la necesidad para almacenarla y liberarla según demande la red eléctrica. Aunque se ha avanzado mucho con las baterías en las últimas décadas por las mejoras de fabricación y la insistente investigación sobre ellas, lo cierto es que hay cuestiones que no se habían barajado hasta ahora.
El camino actual se cree que pasa por la energía de fusión nuclear que permite crear soles en miniatura en reactores y explotar la energía procedente de los mismos. Sin embargo, su estudio está siendo un verdadero problema en muchos aspectos, aunque avanza a buen ritmo como parte del proyecto internacional ITER.
La pregunta es ¿qué ocurriría si en vez de con estrellas se hiciera con su contraparte, los agujeros negros? Lo cierto es que los dos físicos teóricos mencionados anteriormente tienen un plan basándose en la teoría general de la relatividad de Einstein: crear un modelo en el que microagujeros negros puedan formarse en espacios cerrados y condensados. Así, estos fenómenos que tendrían una masa de Planck cada uno permitirían almacenar energía de manera estable sin que se autodevoraran, ya que la repulsión electromagnética contrarrestaría la atracción gravitacional. Suena algo increíblemente difícil de ejecutar y lo cierto es que lo es, pero a la vez es un fenómeno que no deja de ser sorprendente.
Los agujeros negros, desde un punto de vista siempre teórico serían capaces de combinarse entre sí de manera controlada para liberar energía. Un fenómeno que supuestamente se daría en los agujeros negros que es conocida como evaporación rápida y que hace que se convierta en energía pura concentrada por la gravedad en las postrimerías del agujero negro como tal. Así, han propuesto que el concepto de estas baterías consistiría en agrupar los agujeros negros de cargas opuestas en células separadas antes de unirlos para liberar la energía.
Hasta ahí bien, pero para ello haría falta corroborar la existencia de los microagujeros negros primordiales que es algo teórico ya que realmente nunca jamás se han detectado. Por ello, usarlos como una batería es algo que siempre será hipotético y que resulta muy difícil que se pueda llevar a cabo. Aun así, esta visión hipotética es realmente increíble, ya que serían millones de veces superiores a las baterías de litio existentes en la actualidad.
En cualquier caso, es necesario avanzar tecnológicamente mucho más para poder salir del plano hipotético. Mientras tanto, todo se queda en una suerte de especulación que es positiva para encaminar la investigación pero que hoy en día es inaplicable. Teóricamente haría falta utilizar estrellas de neutrones como imanes y un acelerador de partículas del tamaño de nuestro sistema solar para crear estos microagujeros por lo que a escala humana es imposible de llevar a cabo hoy en día.
Los agujeros negros todavía guardan poderosas incógnitas. En el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, hay uno que está generando una especie de «estrellas zombie» que giran a velocidades increíbles. Por estos motivos, los agujeros negros son bastante sugerentes para su investigación y muchos expertos centran sus vidas en estudiarlos. Sin embargo, hasta ahora no se había barajado una idea tan descabellada como la actual.