Los familiares del joven Ricardo De Nicolais (22) denunciaron desde Colombia que el homicidio fue motivado por un problema económico relacionado con el pago de su arriendo. También condenaron el hecho de que uno de los dos presuntos asesinos haya sido capturado por las autoridades encargadas de la investigación y que después lo dejaran en libertad por falta de evidencias.

Tras el crimen del zuliano ocurrido el pasado 3 de julio en Fotibón, localidad perteneciente a Bogotá, más de 10 personas entre los que resaltaban sus hermanos Richard De Nicolais y Ginneth  Montilla, se congregaron en las afueras del domicilio donde habitaba el joven, quien era natural del municipio Lagunillas del estado Zulia, para exigir justicia y dedicarle oraciones.

Richard De Nicolais expresó con mucha indignación que los homicidas de su hermano ya podrían estar fuera de Colombia y que las autoridades policiales no le están prestando la atención que el caso amerita. Aseguró que a su hermano lo emboscaron y que nunca se imaginó que algo así le pasara.

Su otra hermana, Ginneth Montilla, manifestó que el asesinato se produjo porque el dueño de la pieza donde habitaba Ricardo, identificado como Diego Hernández, se había quedado sin trabajo y por eso decidió aumentar el alquiler, aun cuando hace poco tiempo ya lo había incrementado. Ellos dos también residen en el mismo sitio.

Ambos agregaron que trabajaban juntos en un negocio cercano al sitio donde se originó la tragedia. Ellos junto a varias amistades y vecinos de Fotibón realizaron una vigilia en la cual colocaron pancartas con mensajes de despedida, admiración y agradecimiento, al mismo tiempo que exigían celeridad en las investigaciones.

En cuanto al paradero de los presuntos homicidas,  las autoridades detectivescas encargadas de las averiguaciones revisan las cámaras de video instaladas en algunas casas y comercios de la zona para tratar de establecer sus identidades. Ricardo de Nicolais fue liquidado tras recibir al menos once puñaladas el pasado miércoles tres de julio durante una riña.

Sus restos mortales llegaron el pasado lunes al sector Campo Mío, ubicado en Lagunillas, y hoy fueron sepultados en el cementerio Jardines de Santa Lucía en Ciudad Ojeda. Este hecho de sangre ha generado gran consternación tanto la zona donde estaba radicado el muchacho en el vecino país como en la Costa Oriental del Lago por la crueldad con la que fue ejecutado.

Con información de Noticia Al Día

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